lunes, 15 de septiembre de 2008

Un texto lúcido y oportuno.

.
No hay día que en que no me lleguen al correo llamamientos desesperados de adopciones para perros y gatos a los que les faltan horas para ser ejecutados dentro de las perreras a las que por diversas circunstancias, siempre trágicas, han ido a parar y digo ejecutados, porque es eutanasia cuando se padece una afección terminal o incurable y se trata de evitarle sufrimientos insoportables o la prolongación artificial de la vida al damnificado, en caso contrario constituye una eliminación física que no puede ser denominada de otro modo más que como ejecución. Unas veces han sido atrapados mientras deambulaban por las calles buscando alimento y refugio, una piel con unos huesos debajo y una mirada asustada vagando sin rumbo en pos de la supervivencia y casi siempre huyendo, de las patadas, de las piedras, de los palos o de los coches.
.

En otras ocasiones fueron recogidos en un arcén, heridos y maltrechos, después de que algún conductor se los llevase por delante con su automóvil y sólo parase para ver si se le había arañado el guardabarros pero no para socorrer al pobre animal, cuyo valor parece ser ínfimo comparado con el de un trozo de chapa.
.

Para leer el artículo completo:

http://findelmaltratoanimal.blogspot.com/2008/09/el-infierno-del-abandono-y-de-las.html

No hay comentarios: