EN QUÉ GASTAN ALGUNAS PERSONAS EL DINERO Y EL TIEMPO LIBRE
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Ayer, ya por la noche, vinieron al hotel una pareja de clientes. Eran jóvenes, de alguna casa rica, no más de 30 años. Vinieron con una cachorra de perro sabueso. Querían guardarla durante la noche en el coche, pero Marta, haciendo una excepción, dejó que entraran al hotel con la perra, debido a las bajas temperaturas de la calle. Mi madre la proclamó una defensora de los animales, a lo que ellos contestaron :
-Bueno… un perro es sólo un perro…
Un perro es sólo un perro… y un idiota es sólo un idiota… ¿o no?
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A la mañana siguiente se levantaron pronto y supimos para que habían venido al Maestrazgo. Iban a cazar cabras.
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Unos guardas les esperaban en la puerta.
Me pregunté para qué mareaban a aquel perro, si una cabra también es una cabra, un animal inocente e ingenuo al que diariamente le disparamos flashes con la cámara reflex desde el hotel. Debido a que no iban bien equipados y que era gente “noble, les condujeron a lo alto de la montaña con un 4x4 para que no se mancharan y allí, a diez metros del animal pudieron bajarse del coche y dispararle.
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Aquella pareja de jóvenes imbéciles acababan de cargarse a un ser sufridor y emblemático, y además uno de nuestros reclamos turísticos. Con ello habrían de habernos indemnizado a nosotros y a todo el monte entero, pero la ganancia se la llevaron los guardas.
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Y ahora os pregunto a vosotros: ¿Qué tipo de golpe en la cabeza se ha podido dar una persona en su vida para hacer esto? ¿Cómo una pareja tan joven, que debería estar rebosando ilusión por la vida, es capaz de pagar una cifra astronómica tan sólo para ver sufrimiento y muerte? ¿Pagar para que te lleven en un todoterreno hasta la cima de una montaña y allí bajarte y pegarle dos tiros al animal? ¿Es esto lo único que se les ocurre hacer en un fin de semana bonito y soleado? Estoy pensando en la gente que se pateaba el monte antaño para alimentar a sus familias en momentos de crisis.
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Tras horas y horas de andanza encontraban alguna liebre y volvían a casa. Pero, lo de la caza de la cabra… ¿En verdad se puede consentir esto? Me preocupa este tipo de jóvenes, porque pensaba que ya no existían, y aún me preocupa más cómo el gobierno puede nombrar “guardas” a esa pandilla de mercenarios capaces de desvelar los tesoros de nuestros montes para que la aristocracia acabe con ellos por puro placer de matar. Si fuera legal, no dudarían en pagar también para matar a personas…
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Daniel
http://adoptagalgozaragoza.blogspot.com
http://nuestrosperrosabandonados.blogspot.com
1 comentario:
Por supuesto, es despreciable que haya individuos que maten el tiempo matando.
Pero este "pasatiempo" no sólo lo ejercitan personas con poder adquisitivo alto, también hay otros que durante todo el año, sí, todo el año, disfrutan asesinando inocentes.
He vivido en Extremadura durante más de quince años y conozco el tema.
Allí, primero hay que preguntar ¿quién no es cazador?. Como es tan habitual y forma parte de su manera de vivir, no existen temporadas de caza. Sencillamente la temporada es todo el año, todos los días del año. De hecho, siempre llevan el rifle en el coche , por si acaso. Nadie dice nada porque los que se dedican a estos menesteres son conocidos o familiares y porque lo ven "normal". Su deseo de matar no es por necesidad, seguramente les sale más económico comprar el cadáver en una carnicería.... pero...se les quita el "placer" de matar ellos mismos a una criatura que hasta el momento de toparse con ellos, vivía pacíficamente, en su entorno, en la naturaleza, hasta que aparece un ser humano cargado de violencia. Allí es típico ir de paseo por el campo y escuchar los tiros, o ver cazadores matando al lado tuyo, en un paseo campestre.
Nadie se queja, y los que hemos tenido la osadía de denunciarlo, somos "bichos raros".
El ser humano es el más destructivo del planeta, con indiferencia de su poder económico o cultura.
¿Va implícito en nuestros genes el placer de destruir? ¿nos creemos dioses?.....
Ya que no podemos crear vida, ...
qué mejor que destruirla.....
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