Hasta en los ambientes más insospechados brota el amor hacia los animales.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Hasta en los ambientes más insospechados brota el amor hacia los animales.

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UN AMOR A TRES BANDAS, VIVIDO ENTRE EL DELIRIO Y EL CARIÑO POR UN PERRO, UNA PERRA, Y UN TOXICÓMANO.

AL FIN UNA HISTORIA CON FINAL FELIZ

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Estos dos angelitos han sido lo más importante para su dueño, los quería más que a nada en el mundo, eran lo único que tenía: China y Camarón sus compañeros de dolor, de “viajes” y de síndromes de abstinencia.

Pertenecieron a un chico drogadicto, que los amaba como a nada en el mundo. Él, si conseguía un trozo de pan, antes que comérselo prefería dárselo a sus amigos. A ellos jamás les faltó una atención veterinaria, una vacuna o una desparasitación.

Mas, a pesar de ser tan queridos, han tenido una vida muy dura porque tuvieron que soportar las palizas que le daba la compañera del dueño, cuando ésta también se colocaba, y aprovechando la ausencia de él.

Su amado dueño, un día no pudo más, y abatido por lo dura que resultaba su vida, optó por

marcharse a descansar para siempre, dejando aquí a Camarón y China, su dos compañeros de fatiga. Si les hubieran preguntado, seguramente habrían elegido seguirlo en el irrevocable camino del adiós.

Ahora están en la Protectora, y aunque intentamos prestarles la máxima atención, estos animalitos están sintiendo mucho la falta de su dueño. Están tristes y deprimidos.

Necesitan encontrar una familia para vivir los años que les queden, y volver a sentir el cariño tan grande que tuvieron junto a ese hombre que tanto los amó, y llegaron a ser el único bien en su vida.

Siempre vivieron juntos y sería ideal que los adoptaran juntos, aunque sabemos que es algo difícil.