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No tengo tiempo. No tengo lugar. No tengo dinero. Ya tengo uno en casa. El que tengo es muy celoso. A mi familia no le gustan los animales. Tengo un familiar con alergia, por eso no puedo... No estoy nunca en mi casa. Nadie hace nada, qué se le va a hacer. Ayudar a uno no va a solucionar el problema de todos.
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Son sólo soliloquios que nos decimos para consolarnos la conciencia cada vez que vemos un animal abandonado. ¿Y por qué no sentimos mal? Simplemente porque son capaces de sufrir, y eso nos identifica desde la fibra más intima por el hecho de estar vivos. Pero nosotros contamos con un estado, que bien o mal, está ahí, sino es para recurrir es para reclamar, pero "está ahí". También contamos con conciencia, con albedrío para tomar decisiones, con la capacidad de discernir sobre lo que está bien y lo que está mal, contamos con familia, amigos, vecinos, semejantes etc, pues, todos apelamos a nuestro sentido común cuando precisamos ayuda.
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Pero ellos cuentan sólo con el instinto de supervivencia en plena urbe que los azota en su desdén, y del recuerdo de haber estado cobijados en familia, lo que los lleva a rondar, a la deriva, lastimosos, renqueantes, descartados, y fíjense qué casualidad, justamente por aquel "estado" que para ellos no existe, y siendo víctimas de nuestro "albedrío" y falta de "CONCIENCIA".
No es por ánimo de juzgar, pero este vídeo pasara a dejar en falta cada una de esas excusas que nos consuelan cuando vemos un animal abandonado a su suerte.
Este vídeo te brindara consejos para saber cómo ayudarlos desde lo mas mínimo a lo más comprometido. Todo, para no seguir de largo "nunca mas".
El secreto es "no seguir de largo". Ayudar a un animal no necesariamente implica ofrecerles nuestro techo, somos personas con rutinas, obligaciones y concientes de nuestras limitaciones respecto a los tiempos, energías, etc. Hasta ahi tenemos las típicas razones para "seguir de largo", pero siempre van a hacerlo con un dejo de amargura. La pregunta es, ¿están seguros de que no se puede hacer nada? Lo mencionado no es impedimento para muchas otras alternativas de ayuda.
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Cómo dar efecto al paso:
Tengamos en cuenta que estos animales van perdiendo sociabilidad mientras mas tiempo pasen alejados de lo que eran sus hogares, muchos de ellos desarrollan un rechazo sistemático a la gente debido a las carencias y malas experiencias. Un mimo significa redención, oportunidad, aceptación de una mano amistosa.
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Darle un remiendo al asunto:
Alimentar a un abandonado ayuda . El hambre lleva al animal a merodear sin descanso en busca de comida, ya sea en las cubos de basura, o pidiendo de una manera que puede traerles conflictos con los intolerantes y con el tráfico mismo. Tengan en cuenta que deben andar de nómadas cruzando calles sin parar. Calmar el ansia de hambre les aporta un poco de paz, aunque sólo sea momentáneamente.
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Aportar abrigo, cobijo:
No importa si es un trapo viejo, o una pieza de cartón, todo elemento que ayude a que conserve el calor les es de utilidad. Siempre tenemos a mano alguna tela sin usar, alguna ropa sin aprovechar, pues sirven para contrarrestar el frío. Pueden adaptar esas telas y hacer capitas improvisando.
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Pueden aportar un cubil o casa canina:
En mi caso me ha resultado de una forma estupenda, justamente bajo el lema, sino no puedo darles mi hogar, les alcanzo un techo. Me sucedió de no contar con espacio (ahí va una de las excusas del principio), sin embargo para romper con esta típica razón decidí hacer casas caninas, improvisando materiales y pidiendo permiso a los vecinos para que el animal tenga su casucha y se resguarde del frío y la lluvia, hasta poder solucionar su situación, mediante difusión, pedidos de adopción, etc. Esta última sugerencia me da pie para el tema virtual.
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¿No te lo puedes llevar a tu casa, por cualquiera de los motivos expresados? ¿No tienes tiempo para ponerle un cubil o capita, o siquiera de darle una galletita? Bueno, pero si tienes la virtuosa habilidad de sacar tu teléfono móvil, aprovechar su cámara y sacarle al animal una foto con solo mover un dedo, recuerda la zona donde lo has visto y a penas te conectes, subelo a la red, para darle oportunidad a los demás de enterarse que hay un animal en una situación complicada en tal zona. Aprovecha las redes sociales, las paginas de adopciones de animales como redmascotera o adopciones buenos aires y permitenos enterarnos. Hace correr la información es muy valioso.
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Supongamos que sí tienen espacio en sus hogares y pueden ofrecer cobijo hogareño. Entonces, ofrezcánse cómo hogar de transito, tengan al abandonado mientras recupera su salud sin dejar de trabajar su adopción. Aparte de la difusión virtual pueden hacer volantes y difundir en la vía publica o negocios. Pueden dejar avisos en los periódicos, recurrir a programas de radio zonales, incluso contar con la televisión. Por ejemplo el portal de las mascotas que es un programa accesible para todos.
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Ofrezcan una mano a un refugio animal cercano.
Generalmente los refugios de animales se sostienen con la ayuda de los ciudadanos ya sea aportando ayuda física o económica. Ofrecer tu asistencia a estos sitios suma por sobre todas las cosas. Así que si tienes las vocación "ponte a disposición".
Colabora con las castraciones en tu barrio.
Aprovecha el servicio municipal gratuito, en todos los centros de zoonosis las castraciones deben ser gratuitas, puedes sacar turno y planificar la esterilización de los animales de tu zona, sean de vecinos o callejeros, todo suma para controlar la proliferación y que hayan menos situaciones de abandono a tu alrededor.
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Creo que después de esta información, todas esas razones que enumeradas al principio ya no tienen la misma contundencia de antes. Si te preocupa esta problemática, creo que ya cuentas con suficientes herramientas para hacer algo de lo aquí sugerido. En fin, no hay excusas con peso verdadero, sino consuelos que solo sirven para "seguir de largo."
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MIGUEL MEDINA
migmed@live.com - migmed@hotmail.com
LOS ANIMALES; EL SILENCIO DE LOS INOCENTES
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