AMIGAS Y AMIGOS, NO CONSIDERO QUE ESTA PÁGINA MEREZCA NINGÚN TIPO DE RECONOCIMIENTO. POR LO TANTO,
AGRADEZCO QUE NO ME OTORGUEN PREMIOS.
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Nada es tan insignificante para existir sin importancia. -R.M.J.
Por ello, porque mal duermo desde entonces con la imagen de ese perro, en ese instante tan fugaz como permanente va a ser para mí, no quiero largarles un rollo sobre la bondad canina. Quiero hablarles del Mal.
No es fácil matar a un perro abandonándolo en una autovía. Es muy complicado. Requiere planificación, conjura familiar, alevosía, decisión para el crimen, ausencia total de escrúpulos, cobardía infinita, amoralidad más que inmoralidad, desprecio por la vida de ese animal y de los animales humanos que, como yo, estuvimos en un tris de comernos la barandilla del puente y quedar allí secos.
Requiere ser malo de una pieza, requiere estar poseído por el Mal. Me gustaría que imaginasen la escena: un canalla decide que su animal estorba, que molesta, que ya no sirve. Hay que eliminarlo. No hay valor para darle matarile cara a cara, ni tiempo para acogerlo en una perrera.
Porque ése es el quid del asunto. La maldad nace, se reproduce en los cerebros podridos y se manifiesta de muchas abominables maneras. Pero el Mal es siempre el mismo. Quien decide abandonar a un perro exponiéndolo a varios tipos de muerte atroz, con todo el minucioso trabajo criminal que conlleva, es perfectame capaz de cualquier cosa. Ese tipo es un enfermo grave, que precisa tratamiento inmediato, con reclusión, sin duda.
Hay que protegerse de él, hay que protegerse del Mal encarnado en un sádico que desprecia la vida de sus semejantes, a quienes expone a un accidente mortal, y de un perro que, sin duda, lo miró tantas veces como se mira a un dios. Mucho cuidado con él, con ella, con ellos, con ellas. Son gente mala, esencial y completamente mala, capaz de perpetrar cualquier horror. No es fácil matar a un perro. Se precisa antes el largo proceso de convertirse día a día, paso a paso, en un acabado y grandísimo hijo de puta.
Francisco García Pérez