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martes, 27 de octubre de 2009

Un perro se vistió de héroe y salvó a su dueña de la muerte - Santiago del Estero, Argentina

Un hecho emocionante se produjo en una casa del barrio Villa Unión de la ciudad de La Banda. Beethoven, el perro de la familia, salvó a su dueña de morir electrocutada.

El dramático y conmovedor relato de la mujer.
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La mascota de Griselda More decidió ser partícipe directo del destino de su dueña. Cansado de ser sólo el encargado de cuidar la casa y prodigar cariño, modificó un hecho que el destino había teñido de fatalidad, con su carácter estoico y desinteresado. Harto de que sus pares caninos sean protagonistas de hechos aciagos en las páginas policiales, salvó la vida de su ama, sin importarle que tan alto fuera el precio.

Griselda se disponía a tender la ropa, como parte de sus quehaceres domésticos, cuando recibió una fuerte descarga eléctrica. Desesperada, pidió auxilio, pero se encontraba sola en su casa. En ese momento, sus dos perros, Kimba y Beethoven, acudieron en su ayuda. Este último la empujó, hasta alejarla del peligro, a pesar de recibir él también fuertes descargas. Kimba falleció al ser también alcanzado por la corriente, pero Beethoven, fue el héroe que sobrevivió a la proeza.

“Salí a tender la ropa, ellos me acompañaron como siempre. En un momento toqué el alambre donde tiendo la ropa y recibí una descarga eléctrica. Quedé pegada. Los dos perros cuando me vieron comenzaron a ladrarme y a dar vueltas alrededor mío. Ahí Beethoven comenzó a chocarme, hasta que en un momento me puso las patas en el pecho y me tiró. El alambre se cortó y me cayó en la panza, yo estaba en el piso pero seguía recibiendo descargas, y ahí mi perro me sacó del lugar”, relata Griselda emocionada.

La mujer cuenta que su perro Kimba falleció en el episodio. Sin embargo, Beethoven resultó ileso. “yo quedé tirada en el patio, con los miembros entumecidos. Me arrastré hasta la calle y Carlos, un vecino que trabaja en frente, me auxilió”.

Carlos vio el momento en el que la mujer salía de la casa “pensaba que se había descompuesto, crucé, la asistí, llamé a los bomberos y a la ambulancia. Yo entré y corté la energía. Gracias a Dios lo estamos contando, es increíble que el perro le haya salvado la vida a la señora”.

Emocionada, recuerda que cuando trajo a Beethoven todo el mundo le objetaba su decisión “es un perro cariñoso, juguetón... y bruto. Pero yo le hago caricias y él me deja hacer las cosas. Mi otro perrito no era de raza, quizás por eso no soporto la electricidad”.

“Si no fuera por Beethoven, que no se dio por vencido, me moría”, asegura Griselda, quien tiene en su mascota, a su héroe y a un miembro indiscutido de su familia.