La solidaridad hermanada al apremio

miércoles, 20 de noviembre de 2013

La solidaridad hermanada al apremio

CUANDO EL CORAZÓN HUMANO LATE AL COMPAS DEL SUFRIMIENTO ANIMAL

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Historia de un rescate “al filo de lo imposible”

Un grupo de voluntarios han conseguido rescatar, tras 9 meses de trabajo, a los 30 gatos que permanecían aislados en un islote del rio, a pesar del boicot y pasotismo del Ayuntamiento. de Badajoz
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Publicado el 20/11/2013 por pacma

Este año ya ningún animal correrá peligro cuando el agua del río Guadiana vuelva a subir y cubra el pequeño islote junto al Puente de Palmas de Badajoz, dejando a una colonia de más de 30 felinos con apenas unos metros cuadrados de roca mojada como hogar. No habrá ningún llamamiento desesperado por parte de un pacense indignado, asustado y herido ante las imágenes de gatitos mojados, hambrientos y enfermos aferrándose a las ramas de los pocos árboles existentes para salvar su vida y evitar ahogarse. Una dramática situación que hasta la fecha llevaba repitiéndose durante lustros, para vergüenza de esta ciudad.

Por fortuna, el pasado 9 de Noviembre, y tras largos meses de intensos y continuos esfuerzos, el último gato que continuaba malviviendo en la isla del Guadiana (que ha sido bautizado como “End”) fue rescatado. Nos gustaría decir que el Ayuntamiento de Badajoz, garante de la seguridad, integridad y bienestar de los animales abandonados en su municipio, usó todos sus recursos (bomberos, policía local, contactos con la Confederación Hidrográfica o la Consejería de Medio Ambiente) para trabajar en el rescate y salvaguardia de la vida de estos animales, pero sería incierto. Muy al contrario, al solicitar su intervención nos encontramos, indignados, frente a un muro de indiferencia ante el sufrimiento de estos animales por parte de la administración: miraron para otro lado, nos pusieron trabas, se negaron a recibir a los ciudadanos u organizaciones que reclamaban su actuación… finalmente conseguimos que nos recibieran, con el único propósito de callarnos, para luego permanecer impasibles e indiferentes… todo, antes de asumir su responsabilidad, como marca la Ley de Protección Animal de Extremadura.

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Por si fuera poco, también hicieron oídos sordos a la propuesta de gestión de colonias felinas urbanas que presentamos desde el Partido Animalista -PACMA- el pasado mes de abril. De hecho, en estos momentos, el Ayuntamiento de Badajoz está capturando, trasladando a la perrera municipal y gestionando el sacrificio de los gatos de otra de las colonias de la ciudad, haciendo alarde de una absoluta falta de sensibilidad y respeto a la vida de estos, pero sobre todo mostrando profundo desprecio hacia un gran número de ciudadanos, que les han exigido de manera reiterada un cambio radical en su actitud y trato a los animales abandonados de la localidad.
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Afortunadamente para los gatos de la isla del Guadiana, un grupo de personas anónimas asumieron lo que no les correspondía: una empresa que parecía -y ha sido- épica y sin precedentes en este país. Lo hicieron por simple humanidad, por caridad, por sensibilidad y por amor. Carmen, Gema, Soraya, Raúl, Noemí, María, Jenny, Nako, Mercedes, Marta, Sergio y Mari, los verdaderos héroes de esta historia, lograron organizarse para llevar adelante el dificilísimo rescate de más de 29 gatos asilvestrados en el islote, y después de 9 meses de lucha, lo lograron. En esta hazaña contaron con el fundamental apoyo de varias protectoras pacenses, con la generosa colaboración de algunos veterinarios, con la ayuda a título estrictamente personal de dos miembros del cuerpo de bomberos y con las donaciones recibidas a través de un evento creado en las redes sociales, gracias a los cuales todos los gatos están actualmente a salvo, atendidos sanitariamente, esterilizados y viven felices con familias adoptantes o en refugios felinos. Todo por un coste económico total que no supera los 1.200 euros: algo irrisorio para un ayuntamiento que destina, sin ir más lejos, 22.500 euros en la pirotecnia de sus fiestas locales.
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Momento del rescate (subida de la cesta al puente)

Nos sentimos orgullosos, emocionados y felices, y queremos manifestar nuestro público agradecimiento a estas personas que han logrado organizarse durante meses para llevar adelante esta dificilísima hazaña. Lucharon cada día, por cada uno de esos animales, sin abandonar cuando las fuerzas decaían, cuando hacía frío o calor, arriesgándose a ser multados, soportando insultos o burlas crueles -e incluso ataques verbales y físicos- de algunos ciudadanos, manteniéndose firmes, con un compromiso personal excepcional, hasta rescatar el último de ellos. Su increíble ejemplo, seguido en toda España y en varios países europeos (desde donde llegan constantes mensajes de apoyo y ánimo), nos dice que aunque nuestros políticos sigan anclados en la inoperancia, la dejación, la insensibilidad y el desprecio a nuestros principios como defensores de los animales, muchas personas están dispuestas a pelear hasta el final por ellos. Una vez más se demuestra que, con la unión de todos, hasta lo imposible puede lograrse.